B.: "No sé si eres lo suficiente moderna como para esto, pero seguro que respondes a los estímulos visuales. Todavía estoy intentando adivinar qué dice la canción, solo me he enterado de: “No te vayas a China que allí no hay cortinas”, “Me pides que me quede donde puedas vigilarme hasta que te canses de buscar”. Espero tu explicación de las metáforas, me superan".
- El Guincho, Bombay
"Si soportas estos seis minutos, es que hemos progresado", cebas, pero a mí esto se me antoja involución y, paradójicamente, ni siquiera a ti te creo suficientemente moderna para disfrutarlo. ¿Y mínimamente moderna, yo? Si me acabas de llamar "pija de los dosmil". Pero es que, ¿moderno, el que guste de esto? Mentiroso, juraría.
Podemos soportarlo, si acaso, quitando el prólogo creacionista y metiéndonos en un ridículo poppy-papel, dejándonos llevar por unas retro-imágenes tele-setenteras que tendrían su cosa, mutteadas y proyectadas en el antro adecuado.
De todo, solo puedo descifrar que "unas tetas nunca están de más" y el nombre del tipo: cruce de gancho y pincho.
*** Actualización ***
Estamos de actualidad. Prometen entrevista con este "pájaro en vías de extinción" en El País, donde ya le hicieron otra, breve, hace dos días. Entrevistador y entrevistado se repartieron a partes iguales chistes malos y frases ingeniosas, pero me cae bien el buen gusto del titular ("El sonido más rompedor está en las producciones comerciales") y una sentencia que comparto, que me he traído de África y con la que me identifico plenamente por motivos obvios y físicos: "A todo el mundo le engancha el ritmo, el grave. El bajo es universal".
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