26/11/09

Monográfico I: David Bowie

Robert Jones
A G. le dio por hacer una semana especial que solo le interesaba a ella, pero acabó interesándome a mí también.

Siento no disponer de las explicaciones históricas y sociales que G. dedica a David Bowie, pero me las puedo imaginar.

Va a palo seco:

LUNES: + David Bowie, Life On Mars?


La ¿canción más famosa? de este engendro andrógino, lo será por algo. ¿Con su put* look pretende demostrar que existen los extraterrestres? No lo soporto, pero como precursor de las lentillas de colores no tiene precio y me gusta su air-piano.

¿La gente capaz de provocar amor-odio es la que más nos atrae? Eso sería más triste que ese corte de pelo y hay que tener cuidado porque lo puede decir Bunbury.

MARTES: - David Bowie, Magic Dance, en la peli Labyrinth.



Los bichos de Jim Henson y toda la puesta en escena debió de ser alucinante en su momento y daría mucho miedito a los niños. Ahora da miedo a cualquiera por otras cuestiones (y ciertas ganas de denunciar la explotación de niños).

El tiempo ayuda a valorar lo que es bueno y lo que no: desde unas tetas hasta una canción. Y más una película, porque creo que estoy despotricando contra la película, más que contra la canción.

Soy caballito blanco: me tenéis que perdonar.

MIÉRCOLES: - David Bowie, Ziggy Stardust

Todavía tengo el cerebelo en formación: esto me suena friqui sin matices, oído o leído. Como si Bowie estuviera making love with his ego ¡y yo mirando? Claro que seguro que tiene un hueco en una fiesta; algún momento en el que encaje como ninguna otra canción. Dímelo tú, chicaquemiralapantalla.

JUEVES: + David Bowie, Suffragette City

Estoy agotada de intentar decir (sin éxito) por qué me gustan o no las canciones que me mandáis. El punteo, la velocidad endiablada, lo que sea: me gusta. Tampoco me mata. Me gusta. Punto.

VIERNES: + David Bowie, The Man Who Sold the World



Esto sí, me ha dejado muerta. Tampoco sé por qué. Ni os importa.

No estoy segura de que G. lo incluyera en el repertorio, seguro que sí, pero no figura en mi base de datos. Lo que nos enseñó fue la versión de Nirvana, que también mola, "pero menos":

+ Nirvana, The Man Who Sold The World

Este guarrete no suena tan deprimente como creía, pero si vas a la letra, bueno. Tampoco da para suicidarse, eh, este tío era un exagerado. Me gustaría él, después de una ducha, y me gusta la canción tal como es.

Y ya está. Aunque no creo que nos podamos olvidar de Bowie por mucho tiempo, con G. aquí metida.

4 comentarios:

lachicaquemira dijo...

No puedo entender cómo se puede ser tan grande como este hombre.
Mi enamoramiento ciego está más que justificado, y sus cambios de look son el reflejo de cada época en su ojo con la pupila dilatada.

I. dijo...

¿Cuánto mide? ¿Y la pupila?

alejosinmas dijo...

Lo que yo tenía entendido es que lo de los ojos de dos colores es natural... ¿me he pasado de crédulo o qué?

Si el tio lleva llevando lentillas 40 años es para darle un premio a la perserverancia...

I. dijo...

Se rumorea que es hijo de un husky. Perdón, no, que solo decía que las lentillas de colores se inspirarían en él.

Y no tengo nada en contra de los creadores de tendencias, pero quítate de fumar y de los mitos, G.